"Un ejército sin espías es como un hombre sin ojos y sin oídos"
Chia Lin, citado por el maestro Sun Tzu en "El arte de la guerra"
La misión militar en la Antártida tiene como objeto prestar apoyo logístico, con tropas de tierra y buques de transporte, a las investigaciones científicas españolas en el Polo Sur. La política de recortes en el Ministerio de Defensa, una auténtica catástrofe para el papel social de las Fuerzas Armadas, ha dejado este año la campaña Antártica con un mes menos y contará con un único buque operado por la Armada.
El Ejército de Tierra dejará de asumir los gastos de su destacamento en la Base Antártica Gabriel de Castilla, en la Isla Decepción (Archipiélago de las islas Shetland del Sur). Una base que sólo está operativa durante los meses del verano austral y desde la que una decena de militares prestan una cobertura imprescindible a los trabajos de cerca de cuarenta científicos españoles. El coste de este destacamento militar, que ascendió a casi 600.000 euros el pasado año y que venía siendo sostenido con fondos del Ministerio de Defensa, será asumido a partir de ahora por la Secretaría de Estado de Ciencia, dependiente del Ministerio de Economía.
Este acuerdo entre el Ejército y el departamento de Luis de Guindos ha salvado la continuidad de la campaña Antártica, y por tanto, de la expedición científica. Una continuidad que se vio seriamente amenazada cuando el ministro Morenés inició su política de recortes presupuestarios en Defensa que han afectado muy especialmente al Ejército de Tierra.
Lo que no ha podido evitarse es que la campaña Antártica de este año no comience en noviembre, como venía siendo habitual, sino que lo hará en diciembre para ajustar al máximo los costes del despliegue. También se reducirán los elementos navales que hasta ahora se movilizaban para el traslado del personal. Dado que los buques son de la Armada y también debe costear los gastos de las dotaciones, la expedición se quedará con un único barco frente a los dos de los que disponía en años anteriores.
El buque que se mantendrá operativo en la misión es el Hespérides, cuyos gastos de funcionamiento (6,5 millones de euros el pasado año) han sido siempre asumidos por Economía, aunque el presupuesto será este año casi un 30% más bajo. Con respecto al buque militar Las Palmas, este año no participará en la campaña. Para colmo, Economía pagará medio millón de euros en concepto de mantenimiento para que el barco pueda mantenerse operativo en caso de que próximamente pueda volver a incorporarse a la misión, si es que para entonces el Sr. Morenés no lo ha vendido por ahí.
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